Con la reciente puesta en marcha del primer autobús eléctrico de Volvo Buses en el sistema Metrobús de la Ciudad de México, la marca sueca da un paso firme al transporte público sustentable en México y América Latina.
El autobús eléctrico, de 12 metros de largo y de piso bajo, el cual permite un acceso amigable desde la banqueta, funciona gracias a cinco baterías, las cuales son recargadas en las instalaciones del operador cada noche. Su diseño, además de un exterior estético y atractivo, considera espacios amplios en su interior, el cual cuenta también con áreas destinadas a personas con discapacidad.
La visión de Volvo Buses hacia la electromovilidad urbana es integral, pues interviene desde las primeras fases de planeación de la ruta con el objetivo de analizar aquellos factores que determinan el diseño de la misma: el tipo de operación y la naturaleza de traslado de sus usuarios, la topografía de la ruta, las condiciones ambientales y temperatura promedio, entre muchas otras. Solo de esta manera puede concebirse una ruta 100% eléctrica sostenible a largo plazo, que además sea eficiente y rentable para el operador.
La clave para Volvo en la implementación de proyectos de electromovilidad urbana consiste en su filosofía de #CiudadCero. Volvo Buses la define como el mecanismo para acelerar el desarrollo de ciudades con cero tráfico, cero accidentes, cero ruido y cero emisiones. Sobre estos cuatro pilares es que Volvo Buses ha dispuesto la innovación y tecnología que caracteriza a la marca, de manera que su contribución al panorama urbano vaya más allá que la producción de autobuses de transporte de pasajeros.
#CiudadCero representa el cúmulo de tecnología y servicios que Volvo Buses ofrece en la implementación de rutas 100% eléctricas. Los servicios conectados de Volvo son la respuesta para la administración inteligente de flotillas, al hacer posible la conectividad de las unidades a través de telemática lo que se traduce en el monitoreo en tiempo real de todas y cada una de ellas.
Es también con esta conectividad que la implementación de geocercas es posible; con ellas, el operador es capaz de establecer límites de velocidad en partes precisas de la ruta en la que esta así lo demande, como zonas de escolares o de denso tráfico peatonal. Esto disminuye la probabilidad de accidentes y permite un mejor ordenamiento del transporte público, contribuyendo también a la disminución del tráfico vehicular.
El ruido es, sin lugar a dudas, una fuente importante de contaminación. Además de los daños confirmados a la salud que ocasiona, el ruido citadino deteriora el paisaje urbano en el sentido del oído. El autobús eléctrico Volvo que se ha puesto en marcha se distingue por el mínimo ruido que ocasiona, lo que tanto sus conductores como los usuarios valoran por no agregar al estrés urbano que ya persiste.
Desde luego, la propulsión a base de electricidad es el portal del transporte sustentable, uno que no genera emisiones de ningún tipo. La mitigación de la crisis climática resulta urgente y la sociedad demanda acciones inmediatas para resolverla y contribuir a ciudades más limpias y amigables con el medio ambiente.
El autobús eléctrico Volvo no genera gases de efecto invernadero, como el dióxido de carbono, ni tampoco emisiones contaminantes como óxidos de Nitrógeno ni material particulado, altamente dañinos para la salud.
De esta manera, Volvo Buses llega con una propuesta verdaderamente innovadora, integral y alto impacto social en el transporte público. #CiudadCero es el estandarte de la electromovilidad urbana de Volvo Buses y el primer paso se constata en el autobús eléctrico que recorre ya las calles y avenidas de la Ciudad de México.