El primer recorrido del Mercedes-Benz Future Bus en condiciones reales de operación ocurrió en la línea 300 del aeropuerto de Ámsterdam, Holanda. Esta línea une el aeropuerto de Schiphol y la ciudad de Haarlem, se trata de la línea BRT más larga de Europa occidental y el Future Bus recorrió de forma autónoma un tramo de 19 kilómetros, con el operador siendo un espectador y con pasajeros a bordo.
Dicho trayecto cuenta con once paradas y se recorre en unos 30 minutos. En función de la hora, la cadencia de circulación en esta línea es de seis a diez minutos. En promedio utilizan la línea 300 cada día más de 125 000 pasajeros. El operador es la empresa neerlandesa de transporte público Connexxion.
El trazado que recorre la línea del aeropuerto 300 es muy exigente. Algunas curvas son muy estrechas y no existe una mediana que separe los carriles de circulación en sentido contrario. A esto se añaden 22 semáforos, tres túneles y una velocidad de crucero elevada, de hasta 70 km/h. Las plataformas de las paradas están sobreelevadas para permitir a los pasajeros subir y bajar de los autobuses sin escalones.
Recorrido seguro
En la primera parada de la línea BRT, el conductor pulsa una tecla para cambiar al modo semiautomatizado. A continuación puede soltar las manos del volante y levantar el pie de los pedales, de modo que su vehículo circula de forma autónoma. El autobús se pone en marcha automáticamente y acelera hasta una velocidad máxima de 70 km/h.
Se mantiene exactamente en el centro de su carril de 3,1 metros de anchura, sin separarse nunca más de 20 cm a la izquierda o a la derecha, incluso a la velocidad máxima. En esto supera claramente la capacidad de cualquier conductor real. En los túneles iluminados, en donde no existe señal del GPS, el autobús se orienta con seguridad por el entorno, utilizando las imágenes registradas por las cámaras de localización visual.
Al aproximarse a una parada, el autobús se detiene si es necesario de forma totalmente automática. Gracias a la precisión de sus sistemas, el autobús se aproxima a baja velocidad a la línea prevista con una precisión de dos centímetros. El autobús autónomo con CityPilot se detiene a una distancia mínima del bordillo de la plataforma, de sólo cinco centímetros.
Esto facilita la subida y bajada de los pasajeros, incluyendo las personas con restricciones en su movilidad y los padres con carritos de niños. Las puertas se abren y se cierran de forma automática en las paradas, y el autobús se pone de nuevo en marcha del mismo modo.
Sincronización con semáforos
Los semáforos en la ruta no constituyen un obstáculo para el autobús con CityPilot, que conoce los sistemas de señalización en la línea. Mediante la interconexión en red con los semáforos es posible modificar su conexión de modo que el autobús tenga siempre vía libre. Si no existe una conexión por radio con el semáforo, el autobús recurre a un reconocimiento óptico.
Del mismo modo, el semáforo se comunica también con el autobús y le señaliza los cambios de color. El autobús adapta automáticamente su velocidad en función de estas informaciones. El resultado es una conducción especialmente eficiente y fluida.
Gracias a ello disminuyen sensiblemente el consumo de combustible y, en consecuencia, las emisiones de CO2, se reduce el desgaste de los grupos de propulsión y la conducción suave aumenta el confort de los pasajeros.
Frenado automático ante peatones
La técnica de cámaras y sensores de radar del Mercedes-Benz Future Bus con CityPilot hace posible implementar una detección de obstáculos y de peatones. De ese modo es posible identificar, por ejemplo, peatones que cruzan la trayectoria del autobús. En esos casos, el vehículo inicia automáticamente una maniobra de frenado para evitar una colisión.
Una función adicional basada en la detección de peatones: si el vehículo está detenido en una parada, no se pone en marcha mientras haya peatones cruzando la calzada por delante.
Por el contrario, no se ha implementado una frenada a fondo completamente automática, pues la mayoría de los pasajeros viajan de pie, o en asientos sin cinturón de seguridad.
Siempre que sea necesario, el conductor puede asumir de nuevo el control del vehículo e iniciar una frenada de emergencia. De todos modos, el conductor es en todo momento responsable de cualquier movimiento del vehículo.
