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Impuesto contra la competitividad

En repetidas ocasiones empresarios industriales en el país han manifestado su rechazo al impuesto a los combustibles fósiles que se pretende aplicar con la Reforma Hacendaria, ya que seguramente tendrá un efecto negativo en los diferentes sectores productivos, en el crecimiento económico y regional además de la eliminación de fuentes de empleo.  “La aplicación del impuesto al carbono, representa un duro golpe a la competitividad del país, vulnera la certidumbre jurídica de las empresas y trabajadores de las industrias en el país”.

México es un país en vías de desarrollo que no está obligado en el corto plazo a reducir el índice de CO2, pues las emisiones per cápita en nuestro país se encuentran por debajo de la meta a la que muchas naciones aspiran cumplir en el año 2050. Las estadísticas señalan que algunos países industrializados generan hasta 450% de CO2 más que nuestro país.

Ningún país en desarrollo ha implementado exitosamente impuestos a las emisiones de carbono y no hay razón para que México deba adelantarse a adoptar un gravamen de esa naturaleza que resta competitividad y tributa el exceso de producción, mientras no exista un acuerdo internacional multilateral de cambio climático al que todos se obliguen por igual.

Por otra parte, el impuesto al carbón no es congruente con el proyecto de Reforma Energética, ya que grava muy poco a los combustibles más contaminantes sobre su precio de venta, como la gasolina (1.3%), combustóleo (1.6%), gas natural (6.1%) y coque (9.5%), mientras que se pretende imponer un impuesto al carbón de 19.5%.

La industria siderúrgica, automotriz, eléctrica, aeroespacial, minera, entre otras, se han quejado de la aplicación del impuesto verde a la emisión de dióxido de carbono, pues afirman que es superior a la de otros países competidores.

Los industriales del acero comentaron, en su oportunidad, que  no se debe desalentar el uso del carbón como energético, pues México es uno de los países que menos utiliza este producto en su mezcla energética, apenas con 8%, mientras que el promedio mundial es de 42%.

Ellos dicen

El presidente del Consejo Coordinador Empresarial, Gerardo Gutiérrez Candiani, por su parte, en su oportunidad manifestó que la imposición del gravamen al carbono elevará de 4 a 5% el costo de las tarifas eléctricas a las empresas y al consumidor en general, quienes de por sí ya pagan 12% más que nuestros socios comerciales en Estados Unidos.

La propuesta de los empresarios contempla pagar un peso adicional por litro de diesel acreditable al Impuesto Sobre la Renta (ISR); acelerar el desliz del precio de las gasolinas anualmente; deducir las inversiones realizadas en energías limpias y renovables;  un impuesto a la importación de autos usados llamados chocolates, además de que, aduce, en el precio del barril de petróleo existe un colchón para contar con recursos.

La propuesta de Reforma Hacendaria del Ejecutivo propone gravar con 5 dólares (70 pesos) la tonelada emitida de carbono a la industria, ya que existe un compromiso de que México reduzca los gases (del efecto invernadero) y la meta es disminuirlo 30% para el año 2020.

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