Sin duda alguna el cambio tecnológico en los motores a diesel, durante los últimos diez años, encaminados a cumplir con exigentes normas contaminantes y garantizar una reducción significativa en el consumo de combustible en la industria del autotransporte a través de complejos sistemas, obligó el cambio cultural en los transportistas mexicanos.
“Anteriormente se buscaba que un motor jalará más carga, en la actualidad se añade un menor consumo de combustible y un mayor costo de reventa”, comentó a Indicador Automotriz, el gerente Nacional de Ingeniería Corporativa de Detroit Diesel Allison México, Héctor Negrete, quien agregó la electrónica en el desarrollo de los motores es el detonante que permitió reducir el consumo de combustible.
Sin duda la evolución de los motores para cumplir con la normatividad EPA y Euro propició que la venta de motores en el mercado mexicano se incrementara sustancialmente, en el mismo periodo, al pasar de 17 mil 157 unidades en 2000 a 21 mil 457 en 2009, de acuerdo con información de la Asociación Nacional de Productores de Autobuses, Camiones y Tractocamiones (ANPACT).
“El conocimiento de la base tecnológica en los motores, por parte de los transportistas, ha sido muy importante y facilita su venta. Tradicionalmente, los flotilleros conocen las necesidades de la operación a que se dedican y eso es lo que piden a la hora de comprar no se fijan en el precio sino en la calidad del producto y del servicio posventa de las diferentes empresas”.
En DDAM, del total de las ventas generadas el 80% corresponde a la venta de refacciones, mientras que la de servicio contribuye con el 10% y la comercialización de motores nuevos, también con un 10%, agregó Héctor Negrete.
Desde el punto vista del gerente Nacional de Operaciones Hino, Antonio Illescas, han sido la electrónica y las exigencias de las normas ambientales los detonantes que han cambiado el comportamiento del mercado de motores. Ciertamente el cambio ha sido importante, hasta hace algunos años eran los técnicos quienes decidían el tipo de reparación, en la actualidad el propio motor realiza el autodiagnóstico.
El sistema de monitoreo a bordo advierte al conductor de cualquier falla de un componente o sistema del motor o vehículo que puede afectar el nivel de emisiones en el motor y mantiene una evaluación constante a través de la computadora, mientras el vehículo circula en condiciones normales de operación.
Y permite llevar un control de los sistemas de combustible, manejo de aire, en las tecnologías de Recirculación de Gas de Escape o EGR, que varía dependiendo de la carga, ruta, temperatura ambiente, % de la aceleración, temperatura del aire de admisión y % de la carga del motor, entre otros y de Geometría Variable. Así como en los sistemas de postratamiento.
“Para contar con un ambiente más limpio desafortunadamente hay que pagar un precio, en el costo de los nuevos si hay un sacrificio económico (a la hora de adquirir un motor) pero con capacitación, programación electrónica y técnicas de manejo, es decir con servicio posventa se logra reducir el impacto”, agregó el director de Ventas Motores y Mercadotecnia de Cummins, Andony Hernández.
Andony Hernández coincidió en señalar que “la diferencia en el pensamiento de los transportistas mexicanos se basa en el beneficio de los motores; rendimiento del combustible, costos operativos, desempeño, todo bajo la presión de tener una operación más eficiente basada en número, estadísticas y datos reales.”
El cambio de cultura que ocurre poco a poco entre los transportistas en México, representa una oportunidad para las grandes empresas y también para los hombres-camión en la renovación de unidades, con una amplia oferta de mercado basada en buenos productos y un concepto integral para que éstos sean productivos en el costo por kilómetro. Sin embargo, es necesario que las empresas dedicadas al transporte se profesionalicen más, se ha avanzado, se ha ido modernizando, los vehículos y los motores ya existen, pero todavía hay mucho camino por recorrer.