El Centro para el Futuro de las Ciudades del Tecnológico de Monterrey y Aleatica, empresa de operación de infraestructura de transporte, presentaron los principales hallazgos de un esfuerzo colaborativo multisectorial, en el que participaron más de 35 líderes empresariales, organizaciones de la sociedad civil, asociaciones de transporte y operadores de infraestructura vial. El objetivo fue reflexionar sobre las acciones necesarias para impulsar una movilidad vial sostenible y orientar a los tomadores de decisiones del sector en la adopción de criterios Ambientales, Sociales y de Gobernanza (ASG).
A partir de las oportunidades y retos identificados, se construyó una hoja de ruta que guía con recomendaciones y ejemplos de acciones a aquellos sectores donde la infraestructura vial es clave para su negocio. El enfoque tiene tres componentes esenciales:
- Autodiagnóstico, para evaluar el nivel de preparación de las empresas en la adopción de prácticas ASG como parte integral de su negocio.
- Estrategias, para potenciar las capacidades de la empresa, aprovechando las áreas de oportunidad identificadas en el autodiagnóstico.
- Generación de valor compartido, bajo criterios ASG para los diversos usuarios y actores del sector de infraestructura de movilidad vial.
Durante la presentación, Vanessa Silveyra, directora global de Sostenibilidad y Atención al usuario de Aleatica, enfatizó que este análisis representa un ejercicio sin precedentes para el sector de infraestructura vial. Señaló que, con esta colaboración, se busca resaltar que la transición hacia un modelo más sostenible no es la responsabilidad de una sola entidad o sector, sino un esfuerzo colectivo. En el evento, invitó a todos los actores involucrados a trabajar de manera conjunta.
“El objetivo de Aleatica es claro: invitar a todos los involucrados en la movilidad y la infraestructura a unirse a un proceso de transformación que, con liderazgo y creatividad, permita alcanzar los objetivos globales de la agenda ASG. Al unirnos podremos responder a las expectativas actuales, y asegurar la resiliencia y competitividad de nuestras organizaciones en el futuro”, agregó Silveyra.
Según datos de McKinsey, al integrar los criterios ASG en sus estrategias de negocio, las empresas pueden aumentar sus ingresos hasta en un 10%. Las empresas que lo hacen se conocen como «triple out performers«, y muestran mejores rendimientos financieros al alinear los objetivos ASG con sus metas comerciales[1].
Asimismo, José Antonio Torre, director del Centro para el Futuro de las Ciudades, destacó la importancia de la colaboración multisectorial para enfrentar los desafíos de movilidad urbanos y carreteros. Informó que los hallazgos incluyen una serie de acciones clave. Entre los ejemplos, subrayó la necesidad de priorizar:
- El desarrollo de competencias técnicas para Pymes.
- La capacitación en educación STEM con enfoque de género para fomentar una cultura inclusiva y diversa en el sector.
- La descarbonización de la infraestructura y su adaptación al cambio climático; utilizar la tecnología para impulsar la economía circular; impulsar una gestión adecuada de residuos y con ello mejorar la calidad del aire.
- Políticas de descarbonización del sector transporte, con la meta de lograr el Net Zero en emisiones para 2050; asegurar que al menos el 50% de los vehículos sean de cero emisiones.
- Aspirar a que se reduzcan las fatalidades por hechos de tránsito al menos en un 50% hacia 2030.
- Fomentar la colaboración internacional para establecer estándares y marcos normativos.
Torre enfatizó que “los esfuerzos de sostenibilidad deben ser consistentes y ambiciosos, y su éxito depende de alianzas como esta. Como resultado del taller multisectorial y de consultores expertos del Tecnológico de Monterrey se definió una hoja de ruta que impulsa una movilidad más sostenible y responsable, y que establece una plataforma para futuras colaboraciones”.
Boyd Cohen, profesor investigador en Desarrollo Sostenible del EGADE Business School del Tec de Monterrey, y experto internacional en la promoción de economías bajas en carbono, ciudades inteligentes y sostenibilidad, participó en la presentación e hizo hincapié en que las alianzas como esta “representan un primer paso para transformar nuestras ciudades y economías, al adoptar nuevas tecnologías y modelos de negocio regenerativos. El cambio hacia una economía de abundancia es posible si trabajamos juntos”.
Este trabajo colaborativo refleja cómo los sectores productivos y la academia se unen para desempeñar un rol activo en catalizar la transición a una movilidad sostenible. La hoja de ruta brinda propuestas y herramientas para la adopción de criterios ASG de manera efectiva para crear entornos saludables y prósperos.
[1] The triple play: Growth, profit and sustainability, Mckinsey & Company