Aunque en reiteradas ocasiones han tenido reuniones con la Secretaría de Economía para tratar el tema de la importación de llantas chinas, el presidente de la Cámara Nacional de la Industria Hulera (CNIH), Alejandro Moreno, explica que no ha habido avances en el tema porque existe una “nula coordinación intersecretarial”.
“A las cámaras industriales nos toca, en muchas ocasiones, hacer el trabajo de las Secretarías ya que `les masticamos y les hacemos las cosas´”, explicó. Recordó que los problemas por la entrada de llantas de desecho son: un mercado ilícito que no genera impuestos, además de un problema de seguridad, pues una vez terminada su vida útil se desechan ya que no sirven para procesos de renovado.
Asimismo, causan daños al medio ambiente pues para que este tipo de llantas se degraden “tendrían que pasar como 10 mil años”. En contraparte, explicó que la industria nacional genera empleos bien pagados, inversión y aún así tiene que enfrentar la competencia desleal de llantas importadas de desecho en otros países.
Por otra parte, los fabricantes formalmente establecidos han tenido que hacer frente al incremento en el costo de las materias primas; “el precio del hule natural se ha incrementado en el curso del año en 250% aproximadamente. El butiliadeno, por su parte, alrededor del 300%”.
