En la era moderna de las compras en línea y la entrega rápida, usualmente no se piensa en el viaje que realiza un producto desde su lugar de origen hasta su entrega. Sin embargo, detrás de cada compra en línea se encuentra una compleja red de logística que, en ocasiones, se ve amenazada por el robo de carga. Este problema, aunque a menudo pasa desapercibido para el consumidor promedio, llega a tener un impacto directo en diferentes ámbitos.
Desde camiones que transportan productos electrónicos hasta contenedores de alimentos, ningún sector está exento de este riesgo. Por eso es fundamental que las empresas adopten medidas proactivas para garantizar que los productos lleguen en perfecto estado y en el plazo previsto.
Existen diversas modalidades que conforman el transporte de carga, cada una con sus propias particularidades y beneficios inherentes. En el ámbito terrestre, se incluyen los desplazamientos por carretera y ferrocarril. De acuerdo con lo registrado por el Instituto Mexicano del Transporte, en 2022 el 85% de las mercancías se trasladaron a través de carreteras.
El transporte marítimo involucra la utilización de barcos y buques para trasladar mercancías. Si bien es una opción económica, podría ser más lenta en comparación con otras alternativas, por lo que se emplea principalmente en envíos internacionales. Por último, el transporte aéreo se basa en el uso de aviones, ofreciendo una velocidad superior y siendo empleado en casos de envíos urgentes, internacionales o de gran valor. Aunque su costo es mayor, su agilidad y niveles de seguridad para la carga lo convierten en una elección preferida en ciertas circunstancias.
En lo que respecta a la seguridad, México enfrenta algunos desafíos importantes. No obstante, es viable adoptar enfoques para prevenir tales circunstancias. Overhaul, una solución de visibilidad de la cadena de suministro, riesgos, cumplimiento y seguros para las principales marcas del mundo, comparte 5 tácticas para prevenir el robo de transportes de carga.
1. Formación del equipo
Invertir en la formación de conductores y personal de seguridad respecto a las correctas medidas de seguridad, abarcando la detección de situaciones de riesgo, técnicas de conducción defensiva y procedimientos de emergencia, tendrá un impacto benéfico a largo plazo.
2. Seguridad física
Esta categoría no se restringe únicamente al personal, sino también a sistemas de cierre, sellado de contenedores, alarmas, sistemas de vigilancia y cualquier mecanismo de seguridad en las instalaciones de carga.
3. Planificación del recorrido
Un meticuloso trazado de las rutas de transporte es esencial para evitar zonas con antecedentes de peligro, incluyendo historiales de hurtos u otras amenazas. El cronograma adquiere importancia, ya que ciertas horas del día resultan más vulnerables. De acuerdo con Overhaul y su reporte de robo de carga del primer trimestre, las autopistas de mayor riesgo registradas en los primeros tres meses del año fueron la MEX-57D, MEX-150D, Circuito Exterior Mexiquense, el Libramiento Norte de la Ciudad de México (también conocido como Arco Norte) y la MEX-45D.
4. Monitoreo y seguimiento
La adopción de tecnologías de seguimiento y monitoreo, tales como sistemas de GPS y telemetría, agilizan la tarea de mantener un control constante sobre la ubicación y estado de la carga. De acuerdo con el reporte de Overhaul, se destaca el uso de inhibidores de señal (jammers tácticos) de alta potencia para bloquear la señal de los dispositivos GPS en los robos al transporte de carga.
5. Colaboración con autoridades y asociaciones
La cooperación con las autoridades locales, la policía y organizaciones del sector de transporte, a fin de compartir información, formar parte en programas de prevención y recibir orientación en las mejores prácticas de seguridad, facilitará una planificación y logística más efectivas.
Si bien estas estrategias previenen el robo de transportes de carga, es fundamental siempre evaluar la situación específica de cada negocio u empresa para desarrollar una estrategia de transporte más adecuada. La clave radica en mantener al equipo informado y capacitado para saber cómo actuar, además de implementar sistemas de seguridad que aprovechen la tecnología disponible.