«El consumo privado interior creció 0.3% en marzo vs febrero. En su vista mensual, normalmente se alternan entre avances y retrocesos, como es usual cuando se analizan las cifras en “el margen”. De cualquier forma, el número fue positivo y eso es bueno. Lo relevante es que el consumo privado creció 3.3% real anual en marzo, reportando una moderación y siendo su tasa más baja en esta coyuntura de normalización de la economía, eliminando la caída de 2020 y el rebote de 2021″, de acuerdo con el nuevo estudio económico de Engen Capital.
«El consumo privado seguirá creciendo a tasas aceptables. Tras su 4.3% anual del primer trimestre, estimamos que crezca alrededor de 4.0% en el segundo trimestre. De esta manera, el consumo privado podría crecer 3.3% en este año, por encima del 2.1% previsto para el PIB. El buen ritmo del consumo sigue sustentado en varios factores: generación de empleos, aumento de los salarios reales y la masa salarial; repunte de las remesas familiares; repunte del crédito, entre otros».
«La inversión creció 8.8% anual en marzo, una tasa aún muy importante que permitió un ritmo de 9.2% anual en el primer trimestre del año. Veremos una moderación en su ritmo para los siguientes tres trimestres, hasta solo 1.7% en el cuarto, en línea con la desaceleración en Estados Unidos y México.
«El nearshoring está operando, pero no es posible sostener un gran ritmo de la inversión en medio de la desaceleración económica. En 2023, la inversión crecerá 6.0% vs solo 2.1% del PIB nacional. En este momento, la inversión está casi 10% por encima de la prepandemia y su valor ascendería este año a casi 367 mil millones de dólares. Sería equivalente a 21% del PIB, una proporción insuficiente para generar un buen ritmo de crecimiento de la economía (se requiere crecer al 4% anual). Es necesario que ésta se eleve hasta cerca de 30% del PIB, como ocurre en otros países.
«La inversión en maquinaria y equipo pesa 44% de la inversión total y su ritmo sigue siendo extraordinario, con 16.9% anual en el primer trimestre vs solo 3.1% de la construcción. En 2023, la inversión en maquinaria y equipo crecería 12.0%, frente a solo 0.8% de las obras de construcción. Un comportamiento marcadamente diferenciado, que refleja la presencia de la inversión extranjera y de la importación de bienes de capital, ambos impulsados por el fenómeno del nearshoring. Un sector de los inversionistas se está preparando y está mirando más allá de la transición sexenal de 2024. Tras cierta moderación, podrían venir buenos ritmos para la inversión en los siguientes años».