En momentos de crisis geopolítica es importante obtener claridad y visibilidad sobre toda la red de proveedores con la que se cuenta dentro de la cadena de suministro. Un ejemplo de esto, son las tensiones generadas por el conflicto entre Rusia y Ucrania, pues si bien el problema se da del otro lado del mundo, su impacto global repercute en nuestro país.
Tomando en consideración temas de logística y transportación, es importante que embarcadores y transportistas estén conscientes de los retos que esto pudiera ocasionar en el rubro, así como reflexionar sobre posibles soluciones que den respuesta a estas cuestiones. Algunos de estos temas que deben tenerse en consideración son:
Afectaciones en costos de producción
El aumento en los precios del petróleo es una preocupación inminente dentro del transporte terrestre ya que existen fluctuaciones en las tarifas ya acordadas, pero no solo eso, también se suman a lista el aumento en los costos de importación. En el caso de México, el aumento de los precios del diésel ya ha provocado que algunas de las empresas de transporte más grandes del país aumenten sus tarifas entre un 3 y un 5%.
“Un factor decisivo para la atracción de clientes es la tarifa, y por cuánto tiempo puedes mantenerla. En el momento de proponer un recargo por combustible se alarman, por el hecho de tener la incertidumbre de cuánto van a pagar, lo cual genera mucha resistencia a esta forma de trabajo. En el caso de Estados Unidos es todo lo contrario, porque anteriormente así era como se trabajaba”, comentó María Teresa Torres Pricing, Manager de Nuvocargo.
Adicionalmente, Torres comenta que las tarifas de importación están lejos de ser las económicas de hace unos meses, acercándose a los niveles de las de exportación. Esto debido no solo a la situación global actual, si no también a la escasez de operadores y capacidad.
Mantener los costos de la gasolina es complicado, ya que permea directamente dentro de la cadena de suministro incrementando precios de los productos finales que pegan directo al bolsillo del consumidor. «Aunque el aumento no es tan considerable como en Estados Unidos, ya que el gobierno mexicano ha subsidiado la mayor parte del diésel, sigue siendo perjudicial, ya que implica un aumento en las tarifas, además de otras cuestiones operativas», dijo Teresa Torres.
Por ello, se va a volver esencial para la industria en México empezar a experimentar con nuevas estrategias que fomenten mejores prácticas que beneficien a todos los involucrados; desde crear un ecosistema más balanceado hasta evitar excedentes innecesarios asociados a las fluctuaciones del precio del diésel.
Afectación a clientes
Aunque de primera instancia pareciera no estar completamente relacionado, el aluminio podría ser un punto a considerar. Al ser materia prima para las cajas de los camiones y siendo Rusia el productor del 6% del aluminio a nivel mundial, podría convertirse en una red flag para los transportistas, ya que al aumentar su valor en el mercado correría el riesgo de ser presa fácil de robos. Esto dependerá mucho del producto final, sin embargo, puede ser un buen momento para sustituirlo con otra aleación, lo que podría generar un nicho de mercado importante o bien, se podría buscar nuevos proveedores.
Con base en lo que comenta Alfredo Barragán, Carrier Manager de Nuvocargo, cerca del 90% del impacto que se tendrá por el conflicto en la cadena, será directamente al tema del diésel, toda la cadena incrementará tanto del lado americano como del mexicano. Es inevitable que ante esta alza de precios en el diésel/gasolina, de algún u otro modo, se vea afectado en el precio final del producto de consumo. Por ejemplo, en temas de materias primas en granos como trigo, cebada, entre otros, es importante considerar la reacción en cadena que se puede desembocar y estar al tanto de cómo puede afectar a los clientes que se encuentran en estas industrias.
Sin duda al día de hoy, la tecnología ha permitido ofrecer un servicio personalizado, una mejor previsión de la demanda, una disminución de inventario, optimización de rutas y geolocalización y mayor trazabilidad de los movimientos. Todo esto permitiendo cadenas de suministro mucho más efectivas y adaptables a los cambios. Por ello, el próximo paso para las empresas de suministro será seguir renovándose y estar al día con las innovaciones que el entorno así demande, con la finalidad de alcanzar mejores estándares en el servicio y brindar un mejor apoyo en situaciones de crisis mundial.