El cambio climático obliga a actuar para que la comunidad internacional en su conjunto pueda afrontar exitosamente el mayor desafío del presente de cara al futuro, y es por ello que la Asociación Mexicana de la Industria Automotriz (AMIA) da a conocer algunas reflexiones en torno al futuro de la movilidad en el marco del Día Mundial del Medioambiente, que se conmemora el 5 de junio.
Para heredar un desarrollo sustentable y sostenible a las generaciones venideras, es imprescindible la generación de vínculos y sinergia entre distintos actores por lo que, desde 2015, México se comprometió ante el Secretariado de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático a adoptar los objetivos de Mitigación y Adaptación para el periodo 2020-2030, que incluyen el compromiso de reducir el 25% de emisiones de gases y compuestos de efecto invernadero.
Dicho lo anterior, la industria automotriz ha demostrado ser una de las más dinámicas no solo por el crecimiento y desarrollo que promueve, sino por las innovaciones en favor del bienestar de la población. Tal es el caso de la electrificación de los vehículos como un paso fundamental para optimizar recursos, y afianzar la reducción de emisiones de gases contaminantes como dióxido de carbono, azufre y nitrógeno, al tiempo que se reduce el uso de combustibles fósiles.
La industria automotriz muestra su compromiso por el medio ambiente no solo a través de la electromovilidad y los avances en los vehículos híbridos y eléctricos, sino también con otras grandes contribuciones a lo largo de la cadena de valor. Ejemplo de ello son las mejoras en sus plantas de producción al incluir elementos como la instalación de paneles solares para la generación de energía sin emisión de contaminantes, el reciclaje de botellas de plástico para revestimientos de llantas, la reducción del consumo de agua e instalación de plantas de tratamiento de aguas residuales y manejo de residuos, o la sustitución de luces convencionales por LED de alta eficiencia en el interior y exterior de centros de producción solo por mencionar algunos casos.
“Pensar en una movilidad sostenible implica que tomemos acciones inmediatas con el objetivo de asegurar un futuro próspero para todos”, refirió José Zozaya, presidente de la AMIA. “Para lograr que la electromovilidad sea una realidad, es necesario lograr un ecosistema integral en el que se optimice la transferencia tecnológica, se procuren incentivos de fabricación, así como políticas públicas que permitan a los usuarios acceder a los vehículos cero emisiones”.
El representante de la asociación automotriz reconoció que si bien la venta de vehículos híbridos y eléctricos en México representa apenas el 3.6% del total de la venta de vehículos ligeros nuevos, al cierre del primer bimestre del año en curso es posible observar un incremento del 18.7% respecto al mismo periodo de 2020.
Agregó que para alcanzar una movilidad integral la promoción de vehículos electrificados debe de extenderse al sistema de transporte de pasajeros, vehículos de carga y logísticos, así como vehículos compactos para el servicio público y privado, sin olvidar la infraestructura de soporte requerida.
José Zozaya aclaró que “para lograr un desarrollo sostenible necesitamos ofrecer soluciones y diseños inteligentes que puedan responder a una comunidad que cada día se muestra más interesada en buscar que sus medios de transporte sean socialmente responsables. Sin embargo, también para ello es fundamental que trabajemos de la mano con autoridades en los tres niveles de gobierno para promover incentivos que fomenten una movilidad más sustentable, como es la exención en el pago de peaje en vialidades urbanas y carreteras federales, así como de parquímetros, lugares preferenciales en estacionamientos públicos, así como asegurar la infraestructura necesaria y suficiente en el número de estaciones de carga, entre otros”.
El dirigente de AMIA hizo un llamado para trabajar de la mano con representantes de la industria, gobiernos, academia y sociedad civil para promover acuerdos que permitan facilitar el acceso a una movilidad más sostenible para la ciudadanía y con ello procurar su bienestar.