A pesar de las pruebas a vehículos híbridos que se realizan en México y de las acciones diversas para promover su uso, el presidente y director general de Navistar de México, Carlos Currlin, explicó que cada vez va a ser mayor la demanda de híbridos, pero en México el enfoque no necesariamente tendría que ser ese, ya que al tener una flota con 17 años de antigüedad promedio, y empresas con recursos limitados, el mejor enfoque es la renovación de vehículos tradicionales.
“El sólo renovar todo ese parque viejo con unidades tradicionales nuevas, va a ayudar muchísimo al medio ambiente. Nuestro enfoque es ahí, a seguir impulsando la renovación con vehículos tradicionales y que a la vez haya incentivos para que también la demanda de híbridos crezca, pero el enfoque debe ser en el camión convencional”, abundó el directivo.
Precisó además: “no creemos que haya un mercado masivo en el corto plazo porque la diferencia en inversión contra un vehículo normal es muy grande, y si no hay incentivos fiscales no se va a generar la demanda, esos incentivos sí existen en Estados Unidos, pero aquí no es suficiente todavía. Hay una demanda de empresas grandes que quieren tener algunas unidades de este tipo como parte de su flota, pero no es grande”.
Detalló que la firma ha sido pioneros en el desarrollo de nuevas tecnologías que ayuden a conservar el medio ambiente “fuimos el primer fabricante en Estados Unidos con producción regular de camiones medianos híbridos con el DuraStar. Además acabamos de lanzar el primer camión totalmente eléctrico también de producción regular llamado eStar que ya se está probando en Estados Unidos. Estamos invirtiendo mucho en esas tecnologías y todo lo que hacemos en emisiones para los motores”, finalizó.
El año pasado, la firma trajo a México una versión híbrida de motor a diesel-eléctrico de su modelo 4300 para realizar pruebas con el gobierno capitalino y con la proveedora de agua purificada Bonafont. Con esta unidad se pueden obtener ahorros de hasta un 60% en combustible.