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Programa educativo rinde frutos

En 1995, a la edad de 36 años, Simón Ramírez era un supervisor en el departamento de producción en la planta de fabricación de Bendix en Acuña, México. Ese mismo año, la compañía lanzó un programa educativo para apoyar a los empleados que no habían tenido la oportunidad de concluir su escolaridad tradicional. Ramírez, quien ingresó a Bendix en 1990, se inscribió en el programa y recibió sus certificados de secundaria y preparatoria. Sin embargo, no se detuvo ahí.

“Con el apoyo y las becas de Bendix, obtuve mi licenciatura en Ingeniería, y tres meses después ingresé al departamento de Ingeniería”, dijo Ramírez, actualmente ingeniero de producción. “Unos años más tarde, obtuve mi certificado de maestro de inglés y, después de eso, me gradué de la maestría en gestión de negocios de fabricación. Ahora, además de trabajar en Bendix, doy clases de Ingeniería (lo que siempre fue una de mis metas) en el Instituto Tecnológico Superior de Ciudad Acuña”.

Ramírez es uno de los 297 graduados del programa de educación de Bendix, el cual este verano celebró a su 24ª generación en graduarse.

“Nuestros empleados aquí en Acuña y su dedicación a nuestra misión de vehículos más seguros son el corazón de nuestros esfuerzos”, dijo Jackie Pérez, gerenta de la planta de Acuña. “Son el futuro de quienes somos como compañía y de lo que podemos lograr juntos. Desde hace casi un cuarto de siglo, hemos ofrecido estas becas y programas educativos para el desarrollo personal y profesional de los empleados, ya que el conocimiento y el crecimiento son algunos de nuestros valores centrales y una parte integral de lo que hacemos todos los días”.

Bendix, el líder norteamericano en desarrollo y fabricación de tecnologías activas de seguridad, manejo de aire y sistemas de freno para vehículos comerciales, inauguró su primera planta de Acuña en mayo de 1988. El parque industrial, que actualmente consiste en tres plantas con tecnología de punta y un centro de logística, cuenta con más 1,800 empleados y abarca 38,276 metros cuadrados.

Experiencias educativas individuales

Los empleados que buscan obtener sus certificados de primaria, secundaria y preparatoria estudian a su propio ritmo y cubren diversas materias en cada nivel. Mientras que el programa forma parte del esfuerzo gubernamental de enfocarse en las personas que no concluyeron sus estudios en una escuela tradicional, Bendix ofrece un centro de enseñanza en cada una de sus tres plantas de Acuña y contrata maestros para que proporcionen asesoría y orientación académica. La compañía también cubre los gastos de los exámenes que los estudiantes deben tomar para graduarse. Los cursos están abiertos para los empleados que lleven al menos tres meses en la compañía y cumplan los requisitos de asistencia.

Además de preparatoria, licenciatura y maestría, Bendix ofrece becas a los empleados que deseen cursar diplomados relacionados con negocios e industria.

“Al paso de los años, el programa ha crecido al mismo ritmo que el parque industrial de Acuña”, dijo Pérez. “Actualmente son 118 empleados los que están cursando estudios universitarios —incluyendo ocho estudiantes de maestría—, así como 71 estudiantes de preparatoria y cinco de secundaria”.

“El apoyo y las becas de Bendix significan mucho para mí porque abren la puerta a nuevas oportunidades”, dijo Juan Hernández, un director de flujo de valor en Bendix Acuña que obtuvo su certificado de preparatoria y su licenciatura en Ingeniería gracias al programa educativo y las becas. “Me brindaron la oportunidad de crecer tanto personal como profesionalmente para proporcionar una mejor calidad de vida a mi familia. Cuando te encuentras con una compañía que se preocupa por ofrecerte las herramientas para seguir mejorando, te sientes agradecido y comprometido con el equipo y con todo lo que estamos intentando lograr. Juntos, estamos definiendo el transporte del mañana”.

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