Cualquier barrera, arancelaria o de cualquier otro tipo, que Estados Unidos imponga a las exportaciones chinas hará que la proveeduría de México sea más atractiva para las cadenas productivas en dicho mercado. En el caso de la industria automotriz-autopartes, es claro que nuestro país se verá beneficiado, tanto por dicha disputa comercial como por los nuevos requisitos de contenido regional conforme al T-MEC, aseguró el abogado Alejandro Gómez Strozzi, Socio de Foley Gardere Arena.
Dichos requisitos, que elevarán de 62.5% a 75% el contenido de componentes provenientes de Norteamérica en un periodo de tres años –y de 60% a 70% en siete años para camiones pesados-, motivarán que proveedores trasladen su producción de China u otros orígenes a México, sostiene Gómez Strozzi.
“Conforme a datos de la Secretaría de Economía, el 68% de las exportaciones mexicanas de vehículos ligeros ya cumple con el porcentaje más alto, pero queda un 32% de dichos vehículos y una cantidad por determinar de camiones pesados para los que no es así, y que tendrán que desarrollar proveeduría dentro de la región. Van a necesitarse más autopartes producidas en México para cumplir con las reglas de origen más estrictas que contempla el T-MEC”, anticipa.
Por otra parte, señala que las empresas tendrán que elegir dónde ubicar su producción, según las particularidades de cada proceso productivo. “Si se requiere de una alta demanda de electricidad, como ocurre con algunas partes de aluminio, Estados Unidos tiene mejores costos; si se necesita de más agua, Canadá tiene mayor disponibilidad; si se necesita de una cantidad importante de mano de obra especializada con menores costos, o de proximidad con las distintas armadoras, será México”, explica.
Las condiciones legales y fiscales para que compañías de EEUU u otros orígenes se trasladen a México ya están dadas. El especialista apunta que la Federación tiene programas de fomento a las exportaciones que se han complementado con programas de atracción de inversiones a nivel estatal y que podrían dar nuevos resultados en el Bajío, Monterrey-Saltillo, Hermosillo, San Luis Potosí o Puebla.
Tras recordar que en marzo de 2019 el valor de las importaciones mexicanas en Estados Unidos superó por primera vez a las de origen chino en los últimos 16 años, Gómez Strozzi asegura que hay mucho que ganar en esta relación comercial, en la que, para competir como bloque, el área de Norteamérica debe descansar en las fortalezas naturales que tiene cada país.
El socio de Foley Gardere Arena descarta que la ratificación del T-MEC se pueda acelerar por causa de las tensiones comerciales EEUU-China, ya que mientras no se apruebe dicho Tratado la relación comercial tripartita continúa desarrollándose con base en el TLCAN.
“La ratificación está más ligada a temas políticos en aquél país. El liderazgo demócrata de la Cámara de Representantes ha dicho que espera señales claras de cómo se implementará la reforma laboral en México, además de temas ambientales que pondrá sobre la mesa”, concluye.