De acuerdo con Jorge Suárez, asesor en Electromovilidad, Transporte Público e Innovación Urbana de Volvo Group México, el transporte metropolitano no puede funcionar con vagonetas, combis o microbuses, puesto que no son vehículos eficientes ni seguros para movilizar grandes volúmenes de personas en vialidades primarias y vialidades de acceso controlado con velocidades de 60 km/h.
Precisa que este tipo de transporte conecta zonas habitacionales con los principales metros de acceso a la Ciudad de México, con viajes de larga duración, pendulares, superiores a 20 km., y la gente debe comenzar muy temprano en la mañana. Es por ello que se debe analizar al usuario para ofrecer un autobús que cubra sus necesidades. La categoría de servicio se asimila a la que en Estados Unidos se conoce como “commuter buses” o en Europa como “autobuses de cercanías”.
Los servicios metropolitanos utilizan las autopistas y vialidades de acceso controlado para alcanzar los metros de acceso a la Ciudad de México. Debido a su naturaleza pendular, estos servicios pueden utilizar carriles dedicados que cambiarían de sentido en la mañana de ida y en la tarde de regreso. Esta medida acortaría notablemente los tiempos de viaje a la vez que utilizaría el espacio vial de forma eficiente, y su monitoreo podría hacerse a través de cámaras inteligentes.
Asimismo, es una medida de bajo costo, que aumenta la capacidad en cada dirección a la hora que se requiere sin necesidad de agregar más carriles. La operación de un carril de este tipo puede verse en la Autopista Urbana Norte, aunque funciona sólo para automóviles. En otros países existen referencias como los carriles Bus VAO en varias ciudades españolas o el Servicio Metro Express en Austin, Texas.
Incorporar avances tecnológicos
El directivo considera que la incorporación de sistemas de pago electrónico reduce la circulación de efectivo en el sistema y brinda mayor certidumbre en la recaudación a gobierno y transportistas. Un claro ejemplo es el Estado de México, que ha implantado estos avances y la recaudación, incluso, se ha duplicado. La revolución de las fintech ha abaratado radicalmente el costo de estos sistemas y multiplicado las alternativas.
Actualmente existen sistemas que pueden prescindir de las mismas tarjetas inteligentes, bajando el costo de las implementaciones, como ha sucedido en India, China, Kenia y Ruanda. El pago vía billeteras móviles o utilizando aplicaciones móviles tienen tiempo de implantación inferior a 6 meses.
Por otra parte, y teniendo como prioridad la mejora de la seguridad, los sistemas avanzados de videovigilancia permiten utilizar técnicas de reconocimiento facial, así como establecer alertas ante cambios súbitos de sonido a bordo de los autobuses (como sucede en un asalto). En ese sentido, los sistemas inteligentes de transporte (ITS, por sus siglas en inglés) permiten programar los servicios, rastrear su cumplimiento y compartir su estatus a los usuarios en tiempo real y ofrecen una variedad de herramientas para la gestión de flota y las operaciones para las empresas operadoras, finalizó Jorge Suárez.