Si bien se han logrado avances, en nuestro país aún no es pleno el reconocimiento para el género femenino en el ámbito laboral, el reto principal es impulsar la equidad de género mediante un trato justo para hombres y mujeres, con iguales oportunidades de trabajo.
Actualmente, en la industria automotriz y de autotransporte, las mujeres han ganado terreno en áreas técnicas, pero también en puestos gerenciales y directivos, motivando con su conocimiento y decisiones el crecimiento de las diferentes empresas, que también han dedicado esfuerzos en promover programas de equidad al interior. Por ello, decidimos indagar más A Fondo sobre este tema y consultamos a algunas mujeres para conocer su visión al respecto.
Una definición simple de lo que es la equidad de género sería: el conjunto de ideas, creencias y valores sociales relacionados con la diferencia sexual, el género, la igualdad y la justicia en lo relativo a los diferentes comportamientos, las funciones, las oportunidades, la valoración y sobre todo, las relaciones entre hombres y mujeres.
¿Cuál es el objetivo de la equidad de género? Que todas las personas, independientemente de su sexo, tengan las mismas condiciones, oportunidades y tratamiento, pero considerando las características particulares de cada uno de ellos para garantizar el acceso a sus derechos. Así, no se trata de eliminar las diferencias, sino en valorarlas y darles un trato equivalente para superar las condiciones que mantienen las desigualdades sociales.
Como tal el concepto de equidad de género es amplio y aparece en distintos ámbitos de la realidad social; entre ellos, la familia, la cultura, la educación y el trabajo, lugares donde se pueden presentar situaciones de desigualdad. En algunos países, el tema es sujeto de la implementación de políticas públicas para erradicar la problemática en puestos de trabajo.
Empero, existen otros donde todavía la marcha es lenta y se puede evidenciar; en la desigualdad de salario, los hombres ganan mucho más; la repartición de funciones desequilibradas, el acoso sexual hacia las mujeres, negación de puestos de trabajo hacia el sexo femenino, por una u otra razón como: embarazo, estar casadas o con hijos, entre otras.
Por lo anterior, se debe inducir o impulsar a la sociedad a luchar contra la discriminación de género, y por conseguir un trato justo para hombres y mujeres, con iguales oportunidades de trabajo, sin diferenciar entre ambos sexos por motivos de condición social, sexual, o género.
A la fecha, algunos de los derechos alcanzados se observan en el acceso a la educación de niñas, jóvenes y mujeres adultas (por ejemplo, a través de programas de alfabetización y talleres de capacitación y especialización) y el aumento de la participación política de las mujeres.
* El reportaje completo en nuestra edición de agosto.
