En México la venta al mayoreo de unidades nuevas durante el año pasado ascendió a 742 mil 750 vehículos (incluyendo unidades del autotransporte), lo que significa un descenso del 30.2% con respecto al volumen de 2008, es decir, 321.2 mil vehículos menos, lo cual coloca a nuestro país como el lugar quince del mundo, de acuerdo con información del Sistema de Informacion del sector @utomotor mexicano (Sis@m).
Esto acontece después de cinco años de que se superó el millón de unidades comercializadas de manera ininterrumpida, ya que de 2004 a 2008 se alcanzó esta cifra. El descenso que vivió nuestro país representa el más alto en la región del TLCAN ya que ni Estados Unidos ni Canadá llegaron a esta caída porcentual.
El decremento en la venta de vehículos nuevos que vivió el mercado mexicano durante 2009 hizo que descendiera más posiciones dentro de los mercados más importantes a nivel mundial. Mientras en 2005 ocupaba la posición número trece, durante 2007 pasó al lugar catorce, la cual mantuvo un año después, a raíz de la caída tan fuerte del año pasado, hasta la actual posición 15.
En el periodo de referencia el mercado nacional fue superado por Corea y Australia, el primero al reportar crecimiento 2009/2008 de 20.7% en su mercado y el segundo al registrar un descenso de solamente 7.4%, mucho menor al que tuvimos nosotros.
La magnitud de la caída en la venta de vehículos nuevos durante 2009 en nuestro país fue de tal proporción que la ubica como la segunda más alta para una nación que conforma el grupo de los quince más importantes mercados a nivel mundial. El descenso más alto correspondió a Rusia con un decremento del 50.6% (después de dos años de fuertes crecimientos).
Sin lugar a dudas, explica el Sis@m, el 30.2% de decremento es resultado de una alta desatención del mercado interno, donde el gobierno federal tiene la mayor responsabilidad. Esta afirmación la respaldamos en dos hechos que indudablemente afectan negativamente a la demanda de unidades nuevas:
1.- La regularización de unidades usadas, que desde agosto de 2005 mediante el decreto correspondiente originó el ingreso de poco más de un millón de unidades en promedio anual hasta 2008, el año pasado disminuyó quedando por debajo de esta cifra.
2.- Un programa de apoyo a la compra de unidades nuevas mediante el mecanismo de bonificación ante la destrucción de la unidad usada. Mecanismo que fue a todas luces insuficiente, poco sirvió ante una fuerte falta de liquidez del consumidor, que a fin de cuentas es el fondo del problema real. Aunado a la voracidad fiscal del gobierno federal que en el caso de la compra de un vehículo nuevo es patente.