El éxito de una empresa depende de las diferentes estrategias impuestas para elevar su competitividad, considerando aspectos como nivel industrial, naturaleza de sus rivales y capacidad competitiva; situación del mercado, necesidades de éste, preferencias del consumidor; y en los productos, calidad, precio y servicios postventa.
Actualmente, en un panorama enmarcado por retos económicos y significativos cambios tecnológicos, sin importar el giro al que se dediquen, las empresas requieren crear valor con estrategias claras y fundamentos sólidos para elevar su competitividad y obtener los mejores resultados en cada una de las áreas de negocios en los que intervienen.
De ahí la importancia de decidir qué tipo de productos deben manejarse y las características de cada uno de éstos, para penetrar en el mercado y lograr una participación con las mejores ventas, con base en su capacidad para primero satisfacer y posteriormente superar las necesidades del cliente.
La décimo tercera edición de la encuesta Perspectivas de la Alta Dirección en México 2018 de la consultora KPMG, que se aplicó a 906 directores, gerentes, presidentes, miembros de comité y consejo y subdirectores de empresas de todo el país, reveló la necesidad de “transformar el conocimiento en valor y delinear las cinco principales estrategias en que las organizaciones deberán trabajar para alcanzar altos índices de competitividad en los próximos años”.
En el documento, el Socio Director General de KPMG en México, Víctor Esquivel, señala que los responsables de las diferentes áreas involucradas deben adquirir y fortalecer atributos como el ingenio, la apertura al cambio y una mayor disposición de colaboración, entre otros.
Pero ¿cuáles son las estrategias para elevar la competitividad? Se resumen en: 1. Centrarse en el cliente. 2. Impulsar la innovación. 3. Transformación digital. 4. Invertir en la eficiencia de los procesos organizacionales para reducir costos. 5. Invertir en el desarrollo de talento humano dentro de la empresa.
Para las empresas fabricantes de camiones, autobuses y autopartes en México, la competitividad depende de los factores propios de cada sector donde participan y las estrategias creadas por los líderes, en cada una de las áreas, son la clave para lograr el crecimiento estimado.
En esta edición, Indicador Automotriz platicó con los directivos de diferentes empresas armadoras para conocer los factores que se consideran de importancia dentro de las diferentes estrategias de negocios.
La capacidad de las empresas participantes en la industria del autotransporte aseguran al consumidor una experiencia individualizada al atender con eficacia sus necesidades y preferencias como un área de oportunidad para fidelizar a los clientes en el sector mediante productos y servicios, cada vez más, alineados a satisfacer las necesidades de éste y sin duda es muy importante aprovecharla para generar crecimiento en un ambiente de negocios cargado de incertidumbre debido a los cambios políticos.
Un aspecto de suma importancia en este mercado es oír la voz del consumidor, ya que la opinión de los usuarios desde el instante de conocer un producto o un servicio marca la pauta para elegir, sí estos no cumplen con las expectativas, se expresa un descontento que en ocasiones logra influir en las compras de los otros clientes potenciales.
* El reportaje completo en nuestra edición impresa de julio.