Entre las alternativas de política pública sugeridas para instrumentarse en México para contrarrestar los efectos del aumento en los precios de los energéticos, destaca promover la inversión en transporte público y políticas urbanas integradas e incluyentes, ello de acuerdo a los resultados del análisis Panorama del alza en el precio de las gasolinas, emitido por el Instituto Belisario Domínguez del Senado de la República.
Las ciudades en México han crecido de forma importante a consecuencia del cambio demográfico y una política de urbanización y construcción de vivienda activa y consistente, particularmente entre 2000 y 2005. De acuerdo con el documento, 60 millones de habitantes residen actualmente en zonas urbanas.
Este crecimiento no fue acompañado de una vigorosa expansión del transporte público, en 2015 el número de unidades de pasajeros en circulación era menor a 160 mil en el país.
Ante ello, el parque vehicular aumentó de forma considerable como alternativa de movilidad urbana, entre los años 1994 y 2015 el número de autos con registro aumentó de 5 millones de unidades a más de 25 millones de automotores en circulación, destaca el documento.
El reto actual es construir ciudades compactas e inteligentes como parte de una estrategia para mejorar la prestación de servicios públicos y atender el acelerado crecimiento de la mancha urbana, expresó Pilar Conesa, pionera del desarrollo del concepto Smart City en el mundo.
La participación de los ciudadanos y sus autoridades como protagonistas de la gestión y transformación de las ciudades, agregó, son la base para delinear la ruta hacia la construcción de ciudades que apuestan por un nuevo modelo de gestión urbana, capaz de responder de manera integral a las necesidades de sus habitantes en el ámbito de movilidad.