La generación de neumáticos usados de desecho en México no ha sido cuantificada como tal, tampoco existe un sistema nacional de baja de vehículos que permita hacer un cálculo indirecto confiable de las llantas que se desechan por año, sin embargo, estimaciones de la Cámara Nacional de la Industria Hulera (CNIH), estiman que cada año se desechan aproximadamente 29 millones de neumáticos, teniendo en cuenta la producción.
Tal cantidad deriva en problemáticas medioambientales debido a que los neumáticos tardan cientos de años en descomponerse, son un excelente refugio de flora y fauna nociva, tienen una alto poder calorífico, lo que puede potenciar un incendio, su volumen dificulta el manejo y dan un mal aspecto visual cuando son dispuestas de manera inadecuada.
No obstante, existen alternativas. Las medidas y acciones que regularmente se consideran en el mundo para resolver un problema de manejo inadecuado de neumáticos de desecho, o en general de cualquier residuo, busca y promueve en la actualidad el principio de las 3R’s (reusar, reciclar y reducir).
Reusar / Co-Procesar
El poder calorífico del neumático (6,000 – 7,000 Kcal/kg), es uno de los tres mayores comparado con otros tipos de residuos. Actualmente, la industria cementera a través del co-procesamiento aprovecha los neumáticos usados como combustible alterno, siendo esta opción tecnológica la más utilizada en el mundo.
Hasta 2018 se tiene la proyección de que 16 plantas cementeras utilicen 19 mil 500 toneladas por mes o 17 millones 200 mil neumáticos por año. La cifra hasta el pasado 2013 era de 11 plantas que co-procesaban 17 mil toneladas o 14 millones de neumáticos.
Los neumáticos usados de desecho, también están siendo utilizados en la construcción de casas de adobe u otro tipo de acabados, proveyéndole la fortaleza y estabilidad necesaria a la estructura de la misma.
Reciclar
La actividad del reciclaje de los neumáticos usados de desecho es hasta ahora incipiente en nuestro país. El reciclaje es la utilización de los materiales contenidos en los neumáticos usados de desecho para propósitos diferentes para los cuales se diseñaron originalmente.
Los usos más comunes en el reciclado de este material son el concreto ahulado o Llancreto, desarrollado por Cemex. Se trata de un compuesto de neumático triturado y cemento, donde la materia prima o llanta, es transformada triturándolos en pequeños cuadros o chips e incorporarlos directamente al cemento hidráulico.
El Llancreto fue usado por primera vez a finales del 2004 en México, en las vialidades de los municipios de San Pedro Garza García, Nuevo León y Tijuana, Baja California.
Otro ejemplo es el Impertyre de secado rápido, impermeabilizante que forma al secar una capa impermeable, la cual se puede aplicar sobre lozas de concreto planas e inclinadas, techumbres de lámina de asbesto y metálicas; e incluso, sobre acabados térmicos.
Asimismo, el EcoAsfalto es un producto que tiene una diversidad de usos y aplicaciones como pavimentos deportivos, pistas de atletismo, canchas de tenis, aislamiento acústico y suelos antiderrapantes, entre otros.
Reducir- Renovar
El renovado de los neumáticos usados es un proceso que se utiliza para alargar la vida de este producto, reduciendo así la cantidad de neumáticos enviados a disposición. En este proceso de renovado se utiliza un neumático que todavía se encuentra en su periodo de vida útil, al cual, se le agrega una capa de piso de neumático y mediante un proceso en un auto clave, en el que se adhieren los dos materiales.
De acuerdo a las disposiciones normativas, estos neumáticos solo pueden usarse para vehículos de carga y en las ruedas que no se utilizan para darle dirección al vehículo, es decir, las que soportan la carga que se transportan.
El renovado es, un proceso más sencillo que el de fabricación de neumáticos nuevos y sólo involucra la banda de rodadura que es la superficie exterior de los neumáticos, y se recupera el casco que incluye el acero y telas.
