El Presidente de la Confederación de Cámaras Industriales de los Estados Unidos Mexicanos (Concamin), Manuel Herrera Vega, señaló que al hacer un balance de los primeros seis meses del año, tanto el panorama mundial, como el ambiente económico nacional, anticipan un cierre de año difícil para la actividad productiva, al predominar vientos de desaceleración económica y cautela tanto de consumidores como empresarios.
En consecuencia, el líder de los industriales del país señaló que se espera, al cierre del presente año, que la economía mexicana registre un crecimiento en la producción de bienes y servicios que oscile entre 1.7 y 2.2%; mientras, para el sector industrial y con base en el comportamiento mostrado por el sector en la primera mitad del año y considerando los riesgos del entorno económico nacional, así como el desempeño la industria estadounidense, se anticipa un crecimiento de entre 0.4 a 0.8% en 2016.
“En este contexto, esperamos la generación de 590 a 610 mil puestos de trabajo en el sector formal de la economía, de los cuales entre 300 y 315 mil empleos serán aportados por la actividad industrial al cierre del año,”, apuntó el líder de los industriales del país.
El Presidente de Concamin indicó que la actividad económica de nuestro país combina fortalezas y debilidades; por una parte tenemos estabilidad macro, un blindaje financiero por 264 mil millones de dólares, así como crecimiento del mercado interno y del empleo; mientras, por la otra, los mercados bursátil y cambiario mantienen un desempeño zigzagueante, disminuye la inversión pública, se atenúa la inversión privada; el motor exportador sigue sin arrancar y, en consecuencia, tanto la economía como la actividad industrial se han debilitado.
A diferencia de lo sucedido en los años previos, el consumo interno se ha convertido en el principal soporte de nuestra economía. En el primer semestre las ventas comparables de la ANTAD se expandieron 6.8% y las ventas al menudeo aumentaron 8% en los primeros cinco meses. En contraste, el sector exportador ha dejado de impulsar el crecimiento. En la primera mitad del año los ingresos petroleros cayeron 36.8% y las exportaciones no petroleras retrocedieron 2.8%, debido al descenso de 1.6% en las ventas a Estados Unidos y de 8.4% al resto del mundo.
Por su parte, la inversión productiva sigue a la baja. La correspondiente al sector público retrocedió 16.6% en el primer semestre y la inversión privada cerró los primeros cinco meses del año con un modesto aumento de 0.9%.
El debilitamiento de la inversión y el desempeño a la baja del motor exportador, explican el descenso mostrado por la economía en el segundo trimestre del año, periodo en el que, con base en cifras desestacionalizadas, el PIB retrocedió 0.2% en comparación con el primer trimestre del año.
Actividad industrial a la baja
La actividad industrial sigue perdiendo dinamismo. En los primeros seis meses del año su producción aumentó 0.7%, la tasa más baja para igual periodo en los últimos tres años, y su tendencia apunta hacia la desaceleración antes que a la reactivación en la segunda mitad del año; a su interior se ha polarizado el comportamiento de sus 29 especialidades.
En efecto, en once de ellas predomina la desaceleración; nueve reportaron caídas en sus niveles de producción; siete lograron conservar o acelerar su dinamismo y sólo dos presentan signos de reactivación.
Además, las presiones inflacionarias se acumulan en la industria manufacturera. Mientras los precios al consumidor alcanzaron un 2.65% anualizado al mes de julio, en la industria los precios al productor crecieron 6.98% y en sectores como la industria metálica básica el incremento fue de 22% anual; en la industria de equipos electrónicos y sus componentes el aumento en costos ha sido de 16% y ronda el 11% en la fabricación de productos metálicos y equipo de transporte. Pese a ello, no se ha presentado un traslado generalizado a los precios finales.
En los primeros siete meses del año se crearon más de 464 mil empleos, de los cuales el sector industrial aportó el 64%, es decir, más de 300 mil puestos. Sin embargo, comienza a debilitarse el mercado laboral.
Propuestas
Derivado de todo lo anterior, Manuel Herrera Vega indicó que es prioritario mantener, por una parte, la estabilidad económica para conservar un ambiente propicio para las actividades económicas y, por la otra acelerar el consenso y aplicación del arsenal de instrumentos para la promoción de las actividades productivas. En este sentido, propuso que:
- Para impulsar la reanimación de la inversión productiva proponemos la deducción acelerada de las inversiones en activos fijos, eliminando las restricciones referidas a los ingresos (hasta 100 millones de pesos) y a la ubicación geográfica (fuera de las zonas metropolitanas de la Ciudad de México, Monterrey y Guadalajara).
Realizar recortes adicionales al presupuesto de inversión solo fortalecerá el debilitamiento de la economía y la industria, justo cuando lo que necesitamos es impulsar su repunte.En consecuencia, nos pronunciamos a favor de ajustes al gasto corriente y contra recortes adicionales al presupuesto de inversión correspondiente a 2017, evitando subejercicios presupuestales en las partidas de inversión vigentes para este año.- Acelerar la creación de Asociaciones Público Privadas que detonen los proyectos de obra pública e infraestructura, afectados por los recortes presupuestales.
- Adelantar el arranque de aquellos proyectos de inversión previstos para el último trimestre del año y el primer semestre de 2017 que cuenten con el estudio de viabilidad, el fondeo y la documentación necesaria para su licitación.
- Para evitar problemas de cobranza y ofrecer liquidez oportuna a los proveedores del sector público, solicitamos reducir a 30 días el finiquito de las adquisiciones y obras públicas.
- Intensificar las acciones preventivas y correctivas contra la triangulación de productos, el contrabando técnico y la subvaluación, en los sectores textil, vestido, calzado y electrónico, entre otros.
