El sector de transporte de carga requiere presentar soluciones concretas ante los legisladores para contar con instrumentos que permitan salir de la crisis y no –solamente- mantener una postura de inconformidad, destacó el vicepresidente del Consejo Directivo Nacional de la Cámara Nacional de Autotransporte de Carga (Canacar), Noe Paredes Meza.
La decisión de los diputados de incrementar impuestos la descalificó al señalar que esa medida no incentiva el crecimiento de las empresas, por el contrario, aumentará la informalidad y con ello el deterioro del servicio de carga.
Al citar una de las recientes declaraciones del presidente de la República Mexicana, Felipe Calderón Hinojosa, afirmó que al igual que al país, al transporte de carga “se le terminó el tiempo”, razón por la que es necesario establecer las principales necesidades ante los diputados y ejecutar las acciones necesarias para reactivar la actividad.
El miembro de la Canacar reconoció que el organismo no ha vendido –bien y de forma correcta- los problemas a los legisladores, al ser solamente una serie de quejas las que se señalan, “sin embargo no hay soluciones o propuestas para trabajar de la mano y enfrentar el actual escenario económico”.
Hace unos días la Canacar se acercó con la Comisión de Hacienda de la Cámara de Diputados para explicar los problemas que enfrentan los transportistas y justificar el por qué se desea una serie de cambios fiscales, bajo el fundamento de apoyar a los empresarios de la actividad y evitar el cierre de fuentes de trabajo.
“Tenemos que hacer que los legisladores entiendan a lo que nos enfrentamos para que puedan trabajar en lo que necesitamos. Si no cumplimos con esta labor difícilmente vamos a obtener resultados y seguirán las quejas”, afirmó.
Aunque la crisis económica detonó un deterioro en la competitividad de las empresas participantes del sector, Paredes Meza subrayó que varios de los problemas -que se acentuaron en estos meses- existen desde hace una década sin encontrar una solución, como son: políticas fiscales contrarias al crecimiento, constantes incrementos en peajes y combustibles y falta de reglas claras para realizar la actividad, lo que genera el crecimiento de la corrupción y la informalidad.
“Las políticas que se adoptaron en la cámara de diputados son para salvar el momento. Se tiene que trabajar en proyectos para cuidar el déficit y promover la formalidad. En este instante te puedo decir que es más fácil hacer las cosas mal que bien para salir adelante como transportista y eso tiene que cambiar por el bien de México”, concluyó.