“Durante 25 años México era la única esposa de Estados Unidos, ahora tiene 11 compañeras más”, considera el presidente del sector de la industria automotriz de la Cámara Nacional de la Industria de la Transformación (Canacintra), Eugenio Paci, respecto a la entrada de México en el Tratado de Asociación Transpacífico (TPP).
“El pastel se repartirá por partes iguales. Es un buen Tratado siempre y cuando se vayan aterrizando las reglas de operación, técnicas, leyes y normas. Me gustaría que tuviéramos posibilidades para entrar a esos mercados con nuestros productos, pero aterrizar en una cancha pareja”, agregó Paci.
Reconoció además que pese a que México “llegó tarde al baile, pues fue invitado de último momento para subirse con los otros socios, lo importante es estar presentes, de lo contrario no se hubieran puesto reglas claras para industrias como la textil, de lácteos y agricultura”.
En tanto, para el presidente ejecutivo de la Industria Nacional de Autopartes (INA), Óscar Albín, “México pierde la exclusividad como proveedor de Estados Unidos, pues otros países entre ellos los llamados de bajo costo buscarán comercializar sus productos en la economía más grande del mundo.
“Hace 20 años con la firma del TLCAN nuestro país ganó una exclusividad que ahora se pierde. Y, por supuesto, no nos gusta que ahora se abra a otras economías de países de bajo costo”. Empero, indicó que esto obliga a la industria de autopartes nacional a mejorar y aprovechar la experiencia de dos décadas, basada en calidad, reconocimiento de la mano de obra y logística.
“Es cierto, la participación de México en el TPP era forzosa ante la apertura a mercados como Japón, Malasia y Vietnam, que intentarán comercializar sus productos en ese país. Una competencia abierta nos obliga a ser mejores que ellos y aprovechar esa ventaja de la que tanto se ha hablado”.
El Tratado de Asociación Transpacífico (TPP por sus siglas en inglés) permitirá a México iniciar la apertura comercial más importante en los últimos 20 años. Con este tratado se liberará el comercio entre los 12 países integrantes, tanto de productos como de servicio, además de reducir las barreras arancelarias a la inversión extranjera, las compras gubernamentales y la entrada temporal para personas de negocios.
