El Programa de Chatarrización de vehículos pesados renovó 10 mil 520 unidades en cinco años, de un total de 186 mil vehículos obsoletos existentes en el parque vehicular nacional. Los resultados revelan la necesidad de reformar el actual proyecto y lograr mayores esquemas crediticios para alcanzar el objetivo de modernizar el parque de carga en la República Mexicana.
Durante el Foro Automotor 2009, organizado por la Asociación Mexicana de Distribuidores Automotores (AMDA), el presidente de la Asociación Nacional de Productores de Autobuses, Camiones y Tractocamiones (ANPACT), Carlos García Fernández, explicó que el modelo español logró en 10 años renovar toda la flota existente en la península ibérica gracias a la colaboración del gobierno y de la iniciativa privada en la década de los 90s.
En México la meta que alcanzó España se ve muy lejana, al explicar el directivo que si los 10 mil 520 camiones chatarrizados en cinco años fueran una cifra anual, se requerirían 18 años para concluir una renovación total a ese ritmo.
“Eso nos debe hacer reflexionar de varias cosas para acelerar esta transformación. Se han chatarrizado el 6% de los tractocamiones obsoletos. En las carreteras hay 186 mil vehículos que además de contaminar son un peligro”.
Por ello afirmó la necesidad de que el programa vaya de la mano de facilidades crediticias para convertirlo en una verdadera oportunidad para el transportista y conseguir que los indicadores, -hasta ahora por debajo de las expectativas-, incrementen sus volúmenes a mayor velocidad.
Mientras estos instrumentos no existan, afirmó García Fernández, un programa de estas características seguirá con diversas necesidades que impidan dotar al sector de todos los beneficios que significa la renovación del parque vehicular como son: ahorros de combustible, menos contaminación e incremento en la seguridad carretera, entre otros.
