Camiones

Castores, cambio generacional

transportecastor1Transportes Castores nació a iniciativa de Refugio Muñoz Herrera en 1973 y dio su primer servicio el 8 de marzo de 1974. Nació como una empresa pequeña formada por nueve socios, todos hombres camión, con 24 unidades viejas. Hoy día, a decir de , actual socio de la firma, en la empresa “siempre se ha visto cómo sí hacer las cosas, con objetivos claros y alcanzables”, y esto la ha llevado a ser una empresa representativa del autotransporte en el país y consolidada después de 41 años.

Muñoz Herrera era una persona sencilla, de mucho sentido común y dicharachera, que hizo suyas las frases: “La confianza te la doy de facto y mientras no te la pierda sigue existiendo”, también recomendaba “Defiéndete al tratar y no al pagar” y su máxima era “Si los deshonestos supieran el gran negocio de ser honesto por sinvergüenzas serían honestos”.

La integración posterior de los tres hermanos Marco, Juan Carlos y Refugio (Cuco) bajo la dirección de Refugio Muñoz “como estorbantes” en las diferentes áreas de la empresa para posteriormente instalarse y ocuparse en las áreas de interés personal: Marco, en la dirección general; Juan Carlos, en la dirección de ventas y logística y Cuco se dedica a las compras y mantenimiento. “Mi padre siempre dijo al crecer la empresa: Lástima que no tuve más hijos para ocupar los otros puestos”.

juancarlosmunozLa transición a la segunda generación se dio a la par de la evolución tecnológica de la empresa, cuando “mi hermano Marco en 1988 compró la primera computadora y se la regaló a mi papá, él se da cuenta del cambio generacional, y decide sabiamente soltar la operación y decidió dedicarse a temas de mayor relevancia como el crecimiento y proyecciones económicas, entre otras.

En ese tiempo en la industria la participación era muy de hombres y pocas mujeres tenían participación por ello las “hermanas mayores solo son socias y no se dedicaron al autotransporte”.

Juan Carlos Muñoz añade que en una empresa familiar actuar con voluntad, firmeza, tolerancia y el establecimiento de reglas son factores de suma importancia. La evolución a segunda y tercera generación es “ponerlas antes de que sea demasiado tarde, solo así prevén situaciones que pueden llegar a ser incómodas dentro de la familia”.

Con base en estas reglas se da el ingreso de los representantes de la tercera generación a las áreas de tráfico y recursos humanos; empezarán desde abajo, su trayectoria y ascenso dependerá de su comportamiento, de entender el organigrama, de que “no hay puestos más importantes, pues todos generan una función específica”.

En la actualidad, “en la familia hay un total de 19 nietos, de éstos únicamente tres se han integrado a la organización, si alguno llega a ser director es porque se ganó el puesto, aquí no hay preferencias, solo capacidad para jugar un papel importante dentro del equipo. “La confianza la tienen de facto y mientras la gente no falle, no se pierde”.

Publicaciones relacionadas

Botón volver arriba