Las empresas transportistas deben trabajar en la reducción de costos de operación para optimizar el servicio de entrega y lograr ahorros con el fin enfrentar la crisis, en lugar de sacrificar la competitividad del sector mediante el abaratamiento de tarifas.
De esta forma, afirmó el director de Fletes Hesa, Edgar Chaín, se logra mejorar los recursos de las empresas y evitar trabajar con precios que –ni siquiera alcanzan- para cubrir los viáticos del operador y el combustible que se emplea para el traslado de mercancías.
El abaratamiento de tarifas, agregó, tiene una afectación significativa para mantener óptimos niveles de calidad, lo que deriva una insatisfacción de quienes contratan estos servicios.
La solución, para el empresario, se concentra en maximizar los recursos que se tienen en cada compañía, contar con un estudió logístico del cliente con el que se va a trabajar para afinar la distribución de los bienes al máximo, sin utilizar más recursos de lo que las operaciones requieren y nunca devaluar el valor del servicio.
“Hablar de un porcentaje de ahorro con la planeación es imposible determinar porque eso depende del tipo de carga y de empresa para quien se trabaja. Pero como ejemplo, cuando se opera ordenadamente en los desembarques en los puertos se puede ahorrar hasta un 80% de tiempo y dinero que se requiere en este procedimiento.
“Si este tipo de gastos de operación se erradican, se mantiene la tarifa con una mayor satisfacción a los clientes. Así no existe la necesidad de abaratar nuestro trabajo”.
El camino de tirar tarifas no solamente genera un efecto negativo entre los competidores, ya que las empresas al realizar un servicio por abajo del costo real de las operaciones no generan los recursos necesarios para el mantenimiento de las unidades, lo que es un perjuicio directo para quienes creen que ésta es la forma de salir adelante en la crisis, concluyó Chaín.