Una constante evaluación del desempeño de tecnologías reductoras de emisiones y de consumo de combustible en la flotilla del Grupo Bimbo, con aproximadamente 1 mil 637 vanes con motor turbo-diesel de cuatro cilindros, ha contribuido a mejorar el costo por kilómetro durante la distribución de los productos de la marca, aseguró, sin precisar cifras el Director de Soporte a la Distribución de Estudios Técnicos de la empresa, Rodolfo Álvarez Chávez.
En cumplimiento de la Norma Mexicana AA-151-SCFI-2013 que fija criterios, requisitos y especificaciones de evaluación de tecnologías alternativas: filtros de partículas, convertidores catalíticos, dispositivos electromagnéticos, sistemas reductores y uso de aditivos en los vehículos se “busca disminuir las emisiones contaminantes y la mejora del rendimiento del combustible”.
La Norma establece los procedimientos y requisitos que deben cumplir los proveedores o empresas encargadas de promover las tecnologías alternativas y no se aplica para los aditivos de aceites lubricantes. Y busca dar respuesta a preguntas claves de los responsables en las diferentes áreas de las empresas, entre ellas; ¿qué beneficios obtengo con la tecnología? ¿Cuál es el % del incremento? ¿Conviene o no a mi negocio?
La norma es de aplicación nacional y se considera un “instrumento que garantiza los niveles mínimos de buena gestión en la evaluación de tecnologías” sin embargo proporciona un protocolo de pruebas confiables acordes con los estándares internacionales que deben cumplir las empresas interesadas donde destacan el uso de laboratorios de prueba acreditados y aprobados, la realización de pruebas a bordo o en ruta y sobre todo promueve el uso de las tecnologías.
Una vez evaluado el protocolo en laboratorio el fabricante de la tecnología obtendrá el certificado correspondiente que indica que el producto cumple con los principios, criterios y requisitos indispensables para un óptimo funcionamiento. Sin embargo, para considerar el rendimiento de combustible es necesario considerar factores como la forma de conducir, el tipo y calidad del combustible, desgaste del motor, el sistema de inyección, entre otros y la decisión de usar o no un producto certificado será del consumidor.
La empresa o promovente solicita la evaluación de su tecnología a un laboratorio acreditado y aprobado. Ésta se realiza de acuerdo con los capítulos 5 y 6 de la NMX. Una vez que presenta las muestras de tecnología, descripción, principios y compuestos activos se obtienen las evidencias de sus efectos.
Un laboratorio de pruebas diseña y realizas las pruebas de eficiencia. Con base en el tipo de combustible a utilizar, tipo de motor y altura. En un informe escrito, el laboratorio entrega los resultados de la evaluación e interpretación de los resultados, así como mediciones con línea base y sin línea base.