A decir del Director Comercial de Acurride, Óscar Rodríguez, entre los efectos secundarios de adquirir autopartes pirata se encuentran los altos costos derivados de la necesidad de remplazar con mayor frecuencia los componentes y los llamados tiempos muertos durante la operación.
Sumado a lo anterior, los transportistas aumentarán sus costos en mantenimiento tanto por los altos niveles de inventarios como por la necesidad de tener más gente en el taller para realizarlo.
“Esto impide proporcionar un servicio de calidad a los clientes ya que se requiere contar con un equipo adicional para cubrir las ineficiencias existentes. Producir en el país genera alrededor de 18.5 empleos directos contra 1.5 indirectos y en su transportación se utiliza un promedio de siete vehículos contra 1.2 de lo que no se producen en el país.
“Quizás el efecto más importante se dé en el impacto positivo en el crecimiento del PIB nacional, mientras que los otros no aportan nada, ello aunado a las inversiones realizadas por las empresas instaladas en el territorio nacional en investigación y su contribución al desarrollo de tecnología para producir vehículos más eficientes, lo cual logra que las empresas en México sean más competitivas”, finalizó el directivo.
