El ingreso de camiones desarmados procedentes de Estados Unidos es un tema que preocupa a la Asociación Mexicana de Distribuidores de Automotores (AMDA) por la falta de acciones gubernamentales para frenar esta actividad que impacta negativamente el sector, al propiciar una competencia desleal.
No hay cifras para revelar el impacto económico que genera a las distribuidoras esta práctica, pero de acuerdo con el director de relaciones gubernamentales de dicha organizacón, Guillermo Rosales, se conoce un crecimiento a partir de que, el pasado 24 de marzo, el Gobierno Federal publicó los lineamientos ambientales que prohibió la importación de camiones usados.
Esto derivó que las unidades sean desarmadas y crucen la frontera en partes, para luego ser vendidas por piezas o, en el extremo del caso, se vuelvan armar completamente para venderse en territorio nacional.
El riesgo, agregó el directivo, no se centra solamente en propiciar una competencia “dolosa” a las distribuidoras, ya que al ser piezas que han vencido dentro de su vida útil se convierten en un peligro para la seguridad de la población en general.
“Es una práctica que continúa, a menor ritmo por las condiciones económicas por las que estamos atravesando, pero sí se acentuó ante el acierto de las autoridades de prohibir la importación de camiones usados.
“No se puede corregir y tampoco se puede cuantificar un impacto económico por la dificultad que representa rastrear las piezas y determinar un volumen de entrada al país, pero se sabe que la afectación es en mayor escala en los camiones de las clases 6, 7 y 8”, explicó Rosales.
El tema se trata permanentemente ante las diferentes reuniones que se realizan entre autoridades responsables y la AMDA, sin que exista a la fecha una estrategia para frenar esta práctica desleal en contra del país.
