Los años por venir, sin duda, serán para la industria del autotransporte de crecimiento en los volúmenes de ventas debido a la urgente necesidad de renovar un parque vehicular obsoleto, por la incorporación de nuevas tecnologías en motores amigables con el medio ambiente, así como la aplicación de políticas públicas que generarán un sector altamente responsable y comprometido con el entorno y la sociedad, aseguró el Presidente y Director General de Kaso y Asociados, Armando Soto Armenta.
La desregulación del autotransporte federal de carga, al inicio de la década de los 90, trajo consigo grandes beneficios tanto para los embarcadores como para los dueños de la carga, entre ellos la ampliación de la oferta de productos y servicios y la reducción de tarifas, propiciando una mayor competencia en el sector.
Este fenómeno provocó un desorden generalizado que a través del tiempo ocasionó el surgimiento del transporte informal, una flota vehicular antigua y obsoleta, empresas improvisadas y un crecimiento en condiciones precarias de los llamados hombres-camión, agregó Soto Armenta.
“Las nuevas condiciones del autotransporte han obligado a las diferentes marcas que participan en el mercado mexicano a incorporar nuevas y eficientes tecnologías en seguridad y consumo de combustibles”. En contraparte, también hay que destacar “entre los cambios relevantes a importación de unidades usadas provenientes de los Estados Unidos”, en estos años, agregó Soto Armenta.
Las ineficiencias que tiene el mercado secundario de vehículos del autotransporte en nuestro país con su similar estadounidense, generan fuertes incentivos a la importación de unidades usadas que no cumplen con los estándares mínimos necesarios para circular cumpliendo la normatividad mexicana y que se convierten en una competencia desleal para los transportistas que cuentan con unidades que si cumplen con dicha normatividad.
