Una de las preguntas más frecuentes dentro de la automatización industrial es: ¿Llegarán los robots a sustituir a los seres humanos dentro una línea de montaje? Ya que pueden desempeñar funciones repetitivas, aburridas, peligrosas y difíciles, sin cansarse, mientras que las personas tienen el riesgo de sufrir accidentes, requieren atención médica, salarios y pensiones a la hora del retiro.
Especialistas en el tema señalan que no hay de qué preocuparse, si bien los robots son útiles, no podrán reemplazar al 100% el trabajo de los seres humanos. Cuando un autómata productivo desplaza a un obrero, al mismo tiempo se crea la necesidad de un nuevo puesto para un técnico especializado capaz de operar sus funciones y asegurar un óptimo desempeño.
Para que un robot funcione es necesario que una persona capacitada realice la programación en una central, con un conjunto de instrucciones precisas, basadas en geometría y tiempo que le indique en dónde debe colocar determinada pieza, cómo rotar, dónde soldar y llevar a cabo cada una de las funciones asignadas. De ahí que integrar la interacción de las máquinas con el trabajo de los seres humanos, es el principal reto.
Fue al inicio del siglo XIX cuando Ransom Eli Olds introdujo la producción en masa a la entonces incipiente industria automovilística y patentó la primera línea de montaje, con características como estaciones de trabajo fijas a lo largo de la línea, piezas estandarizadas e intercambiables y operarios que debían realizar un trabajo muy específico, sencillo y repetitivo. Henry Ford, posteriormente perfeccionó el sistema convirtiéndolo en algo imprescindible, efectivo y con mayores cifras de producción.
En el documento Automatización Industrial, los investigadores Miguel Jiménez y Miguel García, reconocen que el “proceso de mecanización de las actividades industriales busca, entre otros, reducir la mano de obra, simplificar el trabajo para que algunas máquinas realicen operaciones de forma automática y se logren procesos más rápidos y eficientes.
Un robot es “un manipulador multifuncional, reprogramable, de posiciones o movimientos automáticamente controlados, con varios ejes, capaz de manejar materiales, partes, herramientas o instrumentos especializados a través de movimientos variables, producción automotriz uniforme. En la actualidad, del total de robots usados en México, estimados en más de 11 mil, el 70% se ubica en las líneas de producción de esta industria.
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